“Sábete Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro. Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está cerca”
Don Quijote de la Mancha

martes, 17 de septiembre de 2019

La fábrica en la que los robots bailan

Investigación, innovación y desarrollo.

En la planta del polígono de Landaben, en Pamplona, todo se sabe desde el principio: una de las claves de la digitalización del proceso, fundamental en la industria 4.0, se esconde en el chasis del futuro vehículo, en el hueco donde después irá la rueda trasera derecha. Una etiqueta con un código de barras (se llama RFID) resume el ADN del modelo. “En esa pegatina blanca está toda la información: si el coche es de tres o de cinco puertas, si el motor es uno u otro, el tipo de tapicería… En cada módulo de trabajo una antena lee la etiqueta y los robots saben al instante qué vehículo están fabricando, de modo que pueden elegir el programa concreto. A esa etiqueta, además, podemos añadirle información, así que indicará en todo momento en qué punto de la fabricación está el coche”, resume el gerente de Chapistería, Juan Fernández