“Sábete Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro. Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está cerca”
Don Quijote de la Mancha

jueves, 29 de noviembre de 2018

Las Clicks Farms

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Con la burbuja económica generada a lo largo de los años en torno a Internet, se han ido perfeccionando también los métodos de fraude. Inicialmente, con los comentarios en los primeros blogs, hace más de una década, y ahora, con los followers y likes en Instagram, y el posicionamiento de las aplicaciones en las listas de descarga. El uso de los bot, los robots que permiten conseguir seguidores comprándolos son más conocidos, pero lo que casi nadie sabe es que en países como India, China o Bangladesh hay personas que trabajan en habitaciones llenas de teléfonos y que dedican sus horas, en condiciones laborales muy precarias, a simplemente cliclar bajo la dirección de una empresa: se llaman 'Click Farms'.


Elena Neira, profesora de estudios de comunicación en la Universidad Oberta de Cataluña, apunta que "se sabe francamente poco de este tipos de granjas de clics porque trabajan en la clandestinidad". Señala que lo que realmente vemos son sus efectos, su trabajo, especialmente en asuntos tan transcendentales como las últimas elecciones de los Estados Unidos: "Cada vez hay más denuncias que apuntan que detrás de la victoria de Trump estuvieron estas granjas de clicks que inundaban Facebook con noticias falsas sobre Hillary Clinton", ha explicado.